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Técnico de grabación:
Joxan Goikoetxea
Grabado en el estudio AZTARNA (Hernani - Gipuzkoa) durante el año
2017
Mezclas
y mastering digital:
Mikel F.Krutzaga – Musikart Studio (Amezketa - Gipuzkoa).
Alan
Griffin:
whistle, low whistle y
alboka en sol.
Joxan Goikoetxea: acordeón,
sintetizadores
y percusiones.
Fiachra Mac Gabhann: mandolina
Juanjo
Otxandorena : bouzouki
Peter Maund: târ
y riqq
Juan Arriola: violín
El
zortziko, baile en 5/8, normalmente con puntillo
en la segunda y cuarta corchea del compás, es muy común
en Bizkaia y Gipuzkoa. Generalmente se toma por característicamente
vasco; incluso podría ser endémico. Las presentes melodías
son conocidísimas en Gipuzkoa.
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Teníamos
la ilusión desde hacía muchos años de grabar una
tanda de zortzikos y por fin aquí están. A algunos músicos
no vascos el zortziko les puede resultar peleón hasta coger el
truco de sus tirones espasmódicos. Y es que en este tema hay
tres guiris y sólo dos vascos.
Por mi parte, supongo que a estas alturas estoy habituado al zortziko
y manejo sus tics casi como si tuviese sangre Rh negativo. Peter por
su parte le dio la vuelta al ritmo dejando de contar y permitiéndose
llevar por los sentimientos. Y... se me olvidó preguntarle a
Fiachra cómo lo consiguió. .
Joxan asegura que estos bailes le llenan el corazón de orgullo
vasco. Y con mucha razón. Como a la mayoría de los vascos,
el zortziko con puntillo le parece una señal de identidad, como
una nariz larga, barbilla puntiaguda, boina, apuestas, coros, montañismo
o contar la verdad en momentos inoportunos. Así que me duele
tener que señalar un hecho que desconocen la mayoría de
los vascos: que casi todos los musicólogos más prestigiosos
del país a lo largo del siglo XX han sido enemigos implacables
del zortziko. A ver:
Azkue (1901) asegura que el 95% de los zortzikos ‘nacen
del fecundísimo seno de la vulgaridad con la misma fácil
espontaneidad que brota la mala hierba’.
Donostia (1916) nos recuerda la descripción
del zortziko de Pérez Galdós: ‘basura
de salón’.
Nicolas Ormaetxea ‘Orixe’ (1920) opina
que el zortziko es un recién llegado y además
una medida difícil e irregular que choca contra el ritmo natural
del euskera. Cita el comentario de Gorosabel que el
compás del zortziko se marca bien con dificultad, sobre
todo si uno es extranjero (¡Toma!)
Madina (1943) constata que únicamente los zortzikos
sin puntillo ‘parecen rezumar una dulzura añeja’.
Fagoaga (1949) se refiere a un comentario de Rodney
Gallop sobre ‘la execrable semicorchea con puntillos’
del zortziko.
Riezu (1973) censura el 'puntilleo enfadoso y machacón
de los zortzikos pseudo- vascos’.
Pero al final todo esto es irrelevante. El corazón de Joxan está
repleto de orgullo vasco porque el zortziko, sea o no mala hierba, goza
de robusta salud en su feudo de Bizkaia y Gipuzkoa. Y es un elemento
fundamental de la tradición musical vasca, dijeran lo que dijeran
los entendidos.
Otra cosa: el musicólogo Gascue (1913) sostuvo
que el compás en 5/8 del zortziko era una deformación
del 6/8, explicando que este cambio había resultado porque la
fuerza de la gravedad ocasionaba que la batuta de los directores de
orquesta tendiera a tardar ligeramente más al alzarse que al
descender, por lo cual la segunda mitad del 6/8 se acortarba, para terminar
en un 5/8. A lo cual contestó Azkue (1918),
advirtiendo que el zortziko no existía en la mayoría de
las culturas musicales y preguntando si por ahí los directores
de orquesta contrarrestaban los efectos de la gravedad mediante ejercicios
gimnásticos antes de subir al quiosco.
Peor, al escucharle grabar el riqq de este tema a Peter, yo hubiera
jurado que estaba tocando en 4/4, aunque ahora no lo parezca. ¡He
dicho!
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Estas
danzas junto a la Ezpata-dantza son
consideradas como las más antiguas
conservada hoy en día en Gipuzkoa
y vinculadas a distintas celebraciones y festividades.
Estos dos zortzikos en concreto
pertenecen a un ciclo de danzas
llamado Brokel-Dantza
(danza de los broqueles) que se llevan
a cabo consecutivamente
por nueve o trece integrantes.
Para bailar los dantzaris se colocan en
dos filas, encabezados por su capitán
o director. Los dantzaris interpretan
algunas de estas danzas con las
manos vacías y otras con diferentes
herramientas
que golpean entre sí.
Por su parte el capitán porta
en sus manos un bastón de mando
Ésta
es la lista de danzas que componen
la brokel-dantza:
Boastitzea (paseo),
Agurra (saludo o reverencia),
Makila txikiena (danza de palos pequeños),
Brokel makilarena (danza de broqueles
y palos grandes), Makila handiena
(danza de palos grandes),
Belauntxingo (Villancico),
Uztai txikiena (danzas de arcos pequeños),
Uztai handiena (danza de arcos mayores)
y Zinta dantza (danza de cintas).
Se utiliza el mismo vestuario que
el utilizado en el Ezpata-dantza.
Makila txikiena o danza de
palos pequeños
Pertenece a una serie de juegos
de danzas que entran dentro
de los bailes con instrumento
y en general tienen la misma estructura;
actuación individual del capitán,
zortziko ejecutado por el grupo,
y juego realizado entrechocando
las herramientas.
El capitán lleva consigo el bastón
de mando y los dantzaris palos pequeños,
palos grandes o broqueles
(de madera o de chapa).
Bailan golpeando los instrumentos
y mediante diferentes pasos
cambian de posición,
para que finalmente cada uno
vuelva a su posición inicial.
Uztai txikiena o danza de
arcos pequeños
Son bailes que se ejecutan con herramientas.
Por tanto, tienen una estructura muy parecida
a las demás; el capitán bailará individualmente,
después el grupo bailará el zortziko,
y finalmente los dantzaris danzarán el juego con sus herramientas.
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Desconozco
el alcance de los comentarios de Alan en este tema pero puedo imaginar
por dónde va a disparar...
En
efecto, disfruto mucho tocando
zortzikos y siento una especie de cosquilleo que (alguna vez he cometido
la torpeza de confesárselo) se parece a esa cosa llamada orgullo...
Grabamos estos 2 zortzikos en Lau
anaiak (2004) pero finalmente no entraron en la edición
definitiva y quedamos en volverlo a intentar en otro momento. Voilá!
Como dijo aquel conocido entrenador de fútbol,
en aquella ocasión pareciamos 'pollos sin cabeza correteando
por el campo...'
Claro
está, me metí en el estudio con cuatro excelentes músicos
pero... todos ellos extranjeros (Peter Maund-California, Zohar Fresco-Israel
y Fiachra Mac Gabhann y el propio Alan de Irlanda). ¿Conclusión?
No pude llegar al climax...
Un maremagnum de acentos, puntillos, polirritmias,
y exceso de velocidad malograron la intentona...
Esta vez en cambio, aunque la horda de extranjeros
ha sido practicamente la misma (gaita incluida) me he visto flanquedo
por Juan Arriola y Juanjo Otxandorena, dos fornidos euskaldunes, que
a la velocidad adecuada me han ayudado a llevar la aventura a buen puerto.
Y por si eso fuera poco los guiris me vieron grabar los efectos sonoros
creados con los palos y los arcos de madera con lo que, por si quedaba
alguna duda, quedaron totalmente disuadidos y convencidos sobre quién
llevaba allí la voz cantante, el acento y el dichoso puntillo...
Gora gipuzkoarrak!
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