Euskadunak, kostaldeko Done Jakue pasabidearen lekuko izan dira
historian zehar, bertan erromesek itsasoaren inspiraziopean kantatutako
istorioak eta elezaharrak entzun eta partekatu dituzte.
La expectación que generaban los cantos peregrinos entre las gentes
formando corro
a su alrededor para escuchar las nuevas melodías se refleja muy
bien
en esta copla de los propios peregrinos franceses.
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Les
hommes, femmes et filles
de toutes parts nous suivoient
pour entendre la mélodie
de ces pelerins francçois. |
Se repite esta expectación en otros cantos, evidenciando que era
habitual que los peregrinos
cantasen en público y escuchasen los cantos de otros peregrinos
como forma de amenizar el camino,
aliviar sus fatigas y compartir sensaciones. Esto generó la recopilación
y edición de
cancioneros que serán muy apreciados por los peregrinos. Dichas
canciones de peregrinos
son casi tan antiguas como la peregrinación y el culto jacobeo,
enlazando
con los cantos del Códice Calixtino. Su temática es muy
variada, por los muchos aspectos
que atañen al peregrino. Unos abordan la dimensión espiritual
del viaje y su sentido religioso,
y aconsejan una buena preparación moral. Otros narran milagros
acaecidos en el camino,
alimentando la fe y la devoción, como máximas fuerzas del
peregrino, y conformando
un patrimonio popular vinculado al Liber Sancti Jacobi.
Otros son cantos de itinerario, que aportan gran información sobre
el camino, la ruta a seguir,
las ciudades y lugares de paso, los hospitales de acogida, los santuarios
a visitar, los trámites necesarios,
el peligro de algunos lugares, la llegada a Compostela, y luego incluso
el retorno a Francia.
Étant arrivés à Bayonne,
loin du pays,
nous changeâmes tous en doublone
nos beaux louis.
En passant à Sainte-Marie (Irun),
Hélas, mon Dieu,
Nous eûmes danger de la vie,
Dans tout ce lieu.
Nous regrettâmes le pays,
De notre France,
Où nous avions dans nos logis,
Une grande abondance.
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Dans la Bizcaye:
c’est un pays rude a passer,
d’un diffèrent langage.
Quand nous fûmes à la montagne
Saint-Adrien,
un reste de vin de Champagne
nos fit du bien;
nous avións souffert la chaleur
dans le voyage;
nous fotifiâmes notre coeur
pour ce pèlerinage.
Près de la ville de Vitòria,
ah! quel bonheur,
de rappeler dans ma memoire
la bonne odeur
que nous donnaient le romarin
et la lavande;
depois le soir jusqu’au matin
nous chantâmes losange.
Quand nous fûmes à S. Dominique,
le Coq chana,
nous l’entendimes dan l’eglise,
nous étonna;
On nous dit que le Pélerin,
par un miracle
a ce signe resucita:
ce n’est pas une fable
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Pero si el mar ha estado especialmente vinculado a una temática
o a un género,
este es el de la tragedia. El miedo a la tempestad, o la sola
posibilidad de que se desencadene,
es parte del temor ancestral que el mar ha inspirado al hombre.
Como señala Jean Delumeau, en el universo de antaño
hay un espacio donde el historiador
está seguro de encontrarlo (el miedo) sin ninguna máscara.
Ese espacio es el mar.
Para algunos, muy audaces –los descubridores del Renacimiento
y sus epígonos–,
el mar ha sido provocación. Pero, para la mayoría,
ha quedado durante mucho tiempo como disuasión
y es por excelencia el lugar del miedo.
Estant a Saint-Jean-du-Luz
Fort esmeus, C'estoit d'ouir le langage.
De là nous passâmes l'eau En bateau,
Priant Dieu d'un bon courage.
Reflejo de defensa de una civilización esencialmente
terrestre que confirmaba
la experiencia de los que, a pesar de todo, se arriesgaban lejos
de las orillas: la fórmula de Sancho Panza, según
la cual «Quien quiera aprender a rezar,
debe hacerse a la mar», se encuentra con múltiples
variantes de un extremo a otro de Europa,
matizada a veces de humor, como en Dinamarca, donde se precisaba:
«Quien no sabe rezar
debe ir al mar; y quien no sabe dormir, a la iglesia debe ir».
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En relación con este tema, hay que tener en cuenta que
para el hombre de antaño existía
un estrecho vínculo entre el mar y los demonios. Éstos
eran quienes provocaban las tormentas.
Además, el medio marino era visto como lugar propio del
diablo: La tempestad
no era considerada –ni vivida– como un fenómeno
natural. En el origen de su
demencia se sospechaban fácilmente brujas y demonios. Un
reflejo del vínculo que para
los hombres de antaño existía entre la tempestad
en el mar, el pecado y el sacrificio
de un ser vivo que pudiera servir para calmar los elementos desencadenados.
El tópico literario del mar y de la tempestad se ha mostrado
siempre de manera subordinada
y secundaria a otro tipo de contenidos cambiantes, ya sea como
imagen, como metáfora
o como una alusión más libre y creativa.
Pero por encima del ámbito de la tragedía el lenguaje
poético nos ha ayudado continuamente
a evocar de una forma más sentimental el mar, su sonido,
su color, su aroma
y todo aquello a lo que el pensamiento humano es capaz de llegar
a través del mismo.
Para la poetisa Gertrudis Gómez de Avellaneda el mar
es un trasunto exacto
del corazón humano, en cuanto oculta en su interior un
arcano tumultuoso
y en cuanto se revela a la mirada que lo observa en una alternancia
rítmica
de vorágines ardientes y de momentos de serena calma.
En nuestra
casa, un importante legado de canciones, baladas y leyendas
sobre esta temática han sido recogidas y estudiadas por
personalidades
como J.I.Iztueta, J.D.Sallaberry, Agosti Chaho, R.M.Azkue, Aita
Donostia,
A.Zavala, J.L.Ansorena o P.Urkizu. En ellas la bucólica
mirada del vasco
nos ha cantado y recitado historias anónimas como la
antiquísima
y enigmática Jançu Janto , las universales 'Brodatzen
ari nintzen'
y 'Ene semerik ttipiena' u otras de cuño más reciente
como las de Etxahun Iruri, Fernando Artola 'Bordari' o P.M.Otaño.
Nuestros
poetas del siglo XX y XXI han continuado con esa melancólica
contemplación,
fruto de la cual nos han quedado numerosas poesías susceptibles
de encajar
con nuevas melodías creadas para dotarlas de vida y ser
expuestas a la vida moderna.
Entre ellos, uno de nuestros preferidos, Xabier Lete que nos
dejó toda
una serie de poemas dedicados al mar y que cierra nuestro denso
y azaroso programa de concierto.
Itsasoa
"El mar" (Rafael Maria Baralt) – Euskarazko
itzulpena: Jabier Imaz
Miresten zaitut, o itsaso, hondar mugigai errenditua
muinkatzen duzunean harresiaren oinean,
haserrerazi eta marru eginarazten dizunean
ekaitz erlatsaren lehertzeak burrunbatzean mundua.
Barealdian, zein zabal eta handientsua
zein beldurgarria, borrokan aztoratzean,
betiereko hesia urratzen saiatzean,
gatibu denaren sumindurako kate ahaltsua,
Badituzu, itsaso, ekaitzak, zeruak bezala,
hautatuak izan diren mundu amaigabe
zure gorputz-puskak zanpatzen dituenetan,
Eta zure sakontasun eta bakartasun zabala
Jainkoaren irudi gisa, paregabe,
Haren ekintzen gisa, goitiarrenetan.
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Euskamerata es el peculiar nombre de la agrupación
con la que Joxan
Goikoetxea
nos tiene habituados a itinerarios musicales poco convencionales
y que fue acuñada en diversas giras italianas y en torno
a músicos de diversa procedencia
que interpretaban música tradicional euskaldún.
En este
caso será la singular y contrastada voz de la donostiarra
Klara Mendizabal
que nos cantará de modo sutil en diferentes idiomas y
registros. Desde el arcaico francés
de los peregrinos del siglo XVII hasta el inglés poético
de Edgar Allan Poe,
desde el siempre sugerente portugués hasta el euskera
de Aresti, Etxahun Iruri o Lete.
Un instrumento
como la marimba, cuyo color siempre resulta fácil de
asociar
a imitaciones y texturas marinas sonará de la mano de
Agustín Aguirre que nos adentrará
en partituras vanguardistas de G. Dousis (Annabel Lee), Keiko
Abe o M.Peters.
Joxan
contrará con un experimentado Juanjo Otxandorena
(Eskuaire,
Alboka, Aintzina, OrekaTx) cuyo refinado y personal gusto al
bouzuki y a la guitarra
pondrá el contrapunto idóneo a los arreglos de
temas de corte antiguo y tradicional.
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Testuak - iturriak:
Tradición Jacobea - Alberto Solana
Xacopedia - Cancionero francés
El tema de la tempestad en las canciones de peregrinos franceses
de la ruta jacobea - Ignacio Iñarrea
El mar y la tempestad: un tópico literario desde el
Yambo de las mujeres de Semónides de Amorgos a la Andrómaca
de de Eurípides - Juan Tobías Nápoli
Al mar - Gertrudis Gómez de Avellaneda
Itsasoko tragediak euskal kanta zaharretan - Patri Urkizu
Jançu Janto, una zaloma - Pepe Rey
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